Las personas inmunodeprimidas (incluyendo personas con el VIH, con recuento de CD4+ ≥200 cel/ml) o en tratamiento inmunosupresor (incluyendo los corticoides que pueden utilizarse en el tratamiento de la COVID-19) pueden tener un riesgo aumentado de padecer COVID-19 grave y, aunque no hay datos definitivos sobre la seguridad y eficacia de la vacuna en esas personas, deben recibir la vacuna a menos que esté contraindicada.
Además, se recomienda administrar una dosis adicional de la vacuna COVID-19 a algunas personas en situación de grave inmunosupresión como las personas con trasplante de órgano sólido y en lista de espera de trasplante, los receptores de trasplante de progenitores hematopoyéticos, las personas con inmunodeficiencias primeras, infección con VIH y <200 cel/ml, las personas en tratamiento con fármacos anti-CD20, los pacientes con enfermedad oncohematológica en tratamiento quimio radio-terápico y aquellos con patologÃas de base que requieran de tratamiento inmunosupresor, entre otros. Estas personas tienen un riesgo elevado de que se produzca una respuesta inmune inadecuada a la pauta convencional.
Por el momento, no se recomienda la interrupción del tratamiento inmunosupresor.
Es importante señalar que las vacunas autorizadas no contienen virus vivos y, por tanto, no pueden infectar a las personas vacunadas.
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Actualización: 20/9/2021